Este tema, ha estado en mi cabeza desde hace tiempo.
Reiki es una palabra japonesa que significa “energía universal de vida”. También una técnica que consiste en un método de sanación por imposición de las manos y un camino de crecimiento, hacia un nivel de conciencia más elevado. Criticado por unos y alabado por otros. El 15 de agosto se celebra su Día internacional.
Aunque no tiene base científica, cada vez más gente lo practica y se imparte desde hace años en todo tipo de espacios públicos y privados. En Castilla y León se ha creado la Asociación Usui Reiki Ryoho de Castilla y León en Palencia, que nació en 2007.
Una enfermera practicando reiki en un hospital universitario de Baltimore Rob Carr GTRES Maryland Medical Center
Aunque no tiene base científica, cada vez más gente lo practica y se imparte desde hace años en todo tipo de espacios públicos y privados. En Castilla y León se ha creado la Asociación Usui Reiki Ryoho de Castilla y León en Palencia, que nació en 2007.
«Aquí comenzó la andadura. Gracias a los fundadores, a su esfuerzo y afán de que reiki se extendiese y conociese en nuestra capital, esta Asociación va aumentando en número de componentes», aseguran en su presentación para continuar añadiendo que los integrantes somos un grupo de personas que hemos incorporado Reiki como filosofia de vida, siguiendo las enseñanzas del maestro Mikao Usui. Realizando un voluntariado de la técnica aprendida a todas las personas que deseen acudir a esta Asociación».
En su web lo dejan claro: “con el Reiki, buscamos la sanación física, mental, emocional y espiritual de las personas; la salud integral, produciendo un estado de relajación profunda, disminuyendo el estrés y logrando serenidad y paz interior”. Sin embargo son muchas las voces críticas. Por ejemplo desde la Asociación Española contra el cáncer. «Todos los tratamientos, tanto si son de medicina convencional, alternativa o complementaria, pueden presentar riesgos para la salud. Por ello, es fundamental que cuenten con estudios científicos de calidad y haber sido aprobados por las autoridades sanitarias. Los tratamientos que utiliza la medicina convencional cuentan con estos avales. Las terapias alternativas no», explican. «Por tanto, rotundamente: no son seguras. Mención especial merecen las denominadas “pseudociencias” y “productos milagro” de los que no hay ninguna evidencia científica. El riesgo de estos productos radica en que, en ocasiones, impide que el paciente reciba la terapia adecuada para su enfermedad o abandone el tratamiento establecido por su oncólogo por uno alternativo».
¿Cómo se aplica el reiki?
Pues existen 12 posiciones de manos que se aplican en todo el cuerpo, desde la cabeza hasta la planta de los pies. De esta forma, sus beneficios pueden actuar sobre todos los puntos de energía vital.
“La verdadera esencia de Reiki es la Luz Pura que impregna todo lo que existe en el Universo. Es la energía del amor, armonía y sanación. Mikao Usui, creador del método 1922, nos dejó este legado. No solo como sistema de sanación, sino como una forma de elevar nuestra conciencia y espiritualidad para una vida mejor”, asegura en su página web el Liashi Centro especialista en Reiki en Valladolid.
El reiki es una pseudociencia, y se utiliza como un ejemplo ilustrativo de pseudociencia en textos académicos y artículos de revistas académicas. De ahí que surjan muchas voces que son críticas con esta técnica. El Gobierno de Madrid lo prohibió en 2017 en todos sus hospitales.
Beneficios
«El Reiki actúa no sólo a nivel físico sino que se refleja en el nivel emocional, espiritual y mental, devuelve a todos nuestros niveles a su estado natural de equilibrio otorgando una sensación de bienestar y alegría», aseguran desde la asociación.
Los estados de equilibrio se deben a la armonización de los distintos centros energéticos (chacras), provocando distensiones musculares, vitalidad y mayor energía.
Según la Asociación de CYL, una sesión de Reiki puede durar entre 45 minutos y una hora. Y en el apartado de beneficios explican que puede servir para “los casos de quimioterapia o radioterapia para disminuir sus efectos secundarios altamente nocivos”. Para reducir el estrés; ya que “genera equilibrio y bienestar de manera integral”. También armoniza, energiza, estabiliza, relaja (física, mental, emocional y espiritualmente) y además mejora la autoestima. Es en estos aspectos donde más polémica se genera.
Fuentes: https://www.elespanol.com/
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